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19.7.09

La Vendetta - Texto: Rubén (Publicado en Arterias #05 - Abril/Mayo 2006)

De un futuro cercano en Londres, surge un personaje oscuro, lleno de odio y rencor, preparado para vengarse del sistema que lo intentó aniquilar.

El Señor “V”, basado en el comic homónimo de Alan Moore y David Lloyd, está listo para empezar a actuar con fecha específica. Oculto tras una máscara, que esconde su rostro quemado y sus años de encierro, moviéndose entre la delgada línea que separa a un terrorista de un revolucionario, no deja ver su identidad.
Nosotros conocemos al Señor “V”, (Hugo Weaving), quien trabajó en Matrix con los Wachowski, haciendo de Smith.

Tiene una doble personalidad, que sólo deja ver la del hombre vengativo, que dotado de buena destreza marcial, cuchillos, explosiones y muchas libras esterlinas, quiere destruir a toda costa el parlamento inglés.

¿Por qué será?
Ahí radica la historia: ver muertos a los culpables, a aquellos que no saben hacer las cosas; como una queja política plasmada en 35mm, tan clara que hasta nos da miedo. Secuestros de personas inocentes expuestas a experimentos innecesarios, que para variar, terminan mal. Esta es la motivación de “V” para destruir a todos los culpables, incluyendo su nido.
Algunos secuestros hacen referencia al pasado de nuestro país, con tanta similitud que nos asombra, un pasado que nadie quiere volver a ver, al igual que “V”. De todos modos, nada justifica sus actos de venganza.
El film nos hace sentir que cualquiera de nosotros puede ser este personaje, este Señor “V”, para unos, un terrorista; para otros, un referente.
Polémico y controversial, de ideas firmes, tiende una mano, en este caso, a una mujer en problemas, Evey (Natalie Portman), hija de activistas sociales desaparecidos por el régimen totalitario que copó el gobierno (estamos en Londres, no?); y a punto de sufrir una experiencia desagradable, que queda trunca por la oportuna aparición de “V”. A la manera de un superhéroe, aparece y elimina casi sin problemas, a los malos de la escena.

¿Qué más puede tener este film?
Sin duda, no es como cualquier otro, tiene su tinte rebelde y fuerte. Se lo puede ver como una película de acción y ya. Pero es inevitable no pensar en lo que nos deja leer entre líneas “la gente no debería temerle a sus gobernantes, los gobernantes deberían temerle a su gente”.
La calificaron como muy fuerte y simplemente “Buena”, y está bien para los Wachowski. Pero pasará y después nada...una película polémica como tantas otras, que merece sencillamente, ser vista.

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